Varias religiosas y algunos sacerdotes de la Diócesis de Estelí son algunos de los afectados con las normas impuestas por el Ministerio de Migración y Extranjería que está obligando a los extranjeros a estarse presentando periódicamente para renovar su estadía en el país o en el peor de los casos se les expulsa o no les permite entrar.
La iglesia católica, a través de coordinaciones entre obispos de diferentes partes del mundo, logra enviar misiones de religiosos a países como Nicaragua para que trabajen en la evangelización y obras sociales a favor de la población.
Pero actualmente hay demasiados controles, según Monseñor Juan Abelardo Mata, obispo de la Diócesis de Estelí, quien afirma que han elevado su protesta porque el gobierno está imponiendo muchas trabas que impiden el trabajo fluido de las misiones.
En algunos de los casos tienen que exponer los casos ante la diplomacia del Vaticano, expresó el jerarca. "Nos duele mucho que gente que ha optado por venir a trabajar con nosotros, de acuerdo a las normas canónicas, vienen muchos extranjeros para realizar la obra de evangelización en nuestra querida patria que nos hace falta brazos", manifestó Monseñor Mata.
"Estos religiosos viven un carisma, un modo de hacer un apostolado, algunos se dedican a cárceles, otros a hospitales, otros a educación, y nos hemos topado con estos problemas de controles súper excesivos, rayando ya en lo que yo llamo lo esquizofrénico", agregó el obispo.
