En días recientes en la ciudad de Estelí fueron colocadas mantas con un mensaje considerado denigrante u ofensivo, el cual alude a una mujer y colocan su nombre. Esta no es la primera vez que algo similar ocurre en la ciudad ni en el país, pero muchas personas desconocen que quienes lleven a cabo tales acciones pueden ser objeto de responsabilidad penal.
William Motalván, estudiante destacado del último año de la carrera de derecho, explica que tales actos son castigados por el artículo 203 del Código Penal de Nicaragua, cuyo delito es tipificado como injuria y conlleva el pago de una multa de 200 a 300 días, que al no ser saldada puede conducir a prisión.
Montalván expresa que el delito de injuria se comete cuando se afecta la dignidad de una persona, menoscabando su imagen, fama o reputación. Por lo tanto, cuando una persona aludida de esta manera conoce quién es el o la causante de dicho mensaje denigrante pude proceder legalmente.
Para tomar tales acciones legales es importante que la persona conozca que debe hacerlo a través de un abogado privado, ya que tal delito es de acción privada, por lo que no procede ni ante la policía ni en el Ministerio Público, sino que el profesional del derecho expone una querella directamente ante el juzgado.
"Hay que tener presente que lo que busca castigar el derecho penal son todas aquellas conductas que vienen a lesionar nuestros derechos constitucionales, derechos fundamentales, en este caso la injuria viene a lesionar el derecho a la honra, reputación y vida privada de una persona", explicó Montalván.
Además de lesionar los derechos fundamentales de las personas, la injuria causa afectaciones a nivel psicológico debido a la interacción social, la imagen que se proyecta ante los demás y el yo interior, así lo indica la psicóloga Jennifer Molina.
Tales situaciones pueden ocasionar ansiedad, temor a salir a la calle, miedo a tener otra relación de pareja, inseguridad para aplicar a un trabajo, etc. Sin embargo, no se pueden generalizar tales sentimientos, ya que esto va en dependencia de la personalidad, estabilidad emocional y nivel de resiliencia de las personas.
Para empezar a cortar estas acciones la sociedad juega un papel importante para dejar de replicar estos hechos, no hacer morbo, no discriminar y actuar con madurez.
"Existe un conflicto emocional entre las dos partes, tanto en la persona que impulsa la acción como la persona que la está recibiendo, no sabemos que hay detrás de eso, cual es la horaria, los motivos que la llevaron a colocar esa manta", expresó la psicóloga, quien añadió que lo ideal es "intentar resolver los conflictos desde la madurez y superar la situación".
