Aunque el año pasado estuvo baja la venta de las famosas rosquillas somoteñas, en este 2021 el panorama ha ido mejorando para las dueñas de talleres ubicadas en el municipio de Yalagüina y la cabecera departamental, Somoto, en Madriz.
Sin embargo, Olga Vílchez, de Rosquillería Vílchez, lamenta el alto costo de la materia prima con la que elaboran las rosquillas, razón por la que se vieron obligadas a subir el precio del producto.
"Estuvimos trabajando de dos a tres días pero a medida que la gente se ha ido acostumbrando (a la pandemia) han subido un poquito las ventas, no mucho pero está mejor, la demanda está bien", comentó Vílchez, que admitió que "todo ha subido: las bolsas, el queso, el dulce estuvo carísimo, la margarina".
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Por su parte, Vilma Martínez resiente que la falta de turistas ha sido uno de los factores que ha incidido en las bajas ventas, tomando en cuenta que las rosquillas somoteñas tienen demanda dentro y fuera del país.
En tanto, Suedy Lynn González, de Rosquillería Artola, afirma que producto de la pandemia solo están trabajando con el mercado nacional. Con respecto a los altos precios de los ingredientes en su caso se han visto obligados a reducir el tamaño de las rosquillas.
"Ahorita estamos trabajando solo con el mercado nacional, siempre existe demanda porque nosotros mantenemos nuestra cartera de clientes, con la pandemia no hemos podido exportar, los precios se mantienen en dependencia del tamaño del producto, eso se habla con el cliente", expresó González.
