San Antonio de las Lajas es una comunidad que se ubica a 17 kilómetros al noreste del municipio de La Trinidad, en el departamento de Estelí, donde la pobreza se evidencia en cada hogar, generada por la falta de oportunidades laborales e ingresos económicos, así como la tenencia de la tierra.
En esta zona la única fuente de trabajo es la siembra y labores en cultivos de hortalizas de privados, pero no todos los habitantes logran un empleo, por lo que una buena parte se ven forzada a migrar hacia países vecinos.
Desde marzo del año pasado les ha llovido sobre mojado, ya que los hortaliceros dejaron de sembrar en algún momento por el encarecimiento de los insumos y otros por miedo de que sus lugares se convirtieran en focos de contagio por el Covid-19.
Doña Olga María Picado, una mujer de aproximadamente 70 años de edad, asegura que el 2020 fue un año catastrófico para quienes habitan en San Antonio de las Lajas, porque se paralizaron los trabajos y los ingresos disminuyeron para los obreros del campo, para colmo se les sumó el exceso de lluvia de los huracanes.
Doña Olga expresó que depende de sus hijos, quienes perciben ingresos insuficientes para cubrir todas las necesidades de un hogar, que ronda los 900 córdobas a la semana.
"Aquí nadie tiene nada, vivimos de los cortes de tomate y cebolla, lo que ganan mis hijos no es suficiente, es difícil sobrevivir así, pero uno busca salir adelante para medio comer, esperamos que este año haya buen invierno y no hayan desastres, los hombres no han emigrado por la pandemia", comentó doña Olga.
Olga María Picado, habitante de la comunidad. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo En tanto, Darling Torrez Picado, otra de las habitantes de esta comunidad, manifestó que la principal preocupación es tener que enfrentar un verano con poca disponibilidad de alimentos en la comunidad, debido a que el año pasado las cosechas se perdieron.
"Perdimos todas las cosechas, no contamos con alimentos propios para nuestro hogar, es una preocupación porqué este verano es muy largo, va a ser una situación bien difícil, ya que en la comunidad las familias no tienen terrenos propios para trabajar, laboran fuera de la comunidad, tenemos niños, mujeres embarazada y personas hipertensas que necesitan alimentarse por su salud", manifestó Darling.
