A 129 años de que Estelí fuese elevada a ciudad y más de 300 años de haber sido fundada, algunas de las costumbres de los primeros pobladores se conservan, pero otras han ido quedando en el olvido.
Don Augusto Barrantes, un reconocido empresario esteliano, a sus 83 años de edad recuerda que en dependencia de actividades o épocas los habitantes tenían ciertas costumbres, muchas de ellas ya no son llevadas a la práctica, por ejemplo, en Navidad y en Domingo de Pascua sacaban carbón de la tierra y lo conservaban con la creencia de que éste era bendito, indicó Barrantes.
"En Semana Santa, cuando iba la procesión del viacrucis participaban los centuriones, que eran unos hombres vestidos al estilo romano que iban adelante del viacrucis", recuerda Barrantes sobre una costumbre que ya no se da.
Otra de las actividades que se acostumbraban era que después del bautizo, los compadres se dirigían a una venta de raspados y posicles a modo de celebración, de acuerdo a lo relata con Augusto Barrantes.
Por su parte, el historiador Jairo Gámez Leiva, basado en documentos y relatos, señala que a mediados del siglo 19 llegó a este territorio Ephraim George Squier, quien había sido nombrado como encargado de negocios del gobierno de Estados Unidos en Centroamérica y escribió en un libro que cuando fallecían niños en esta zona los músicos tocaban melodías alegres en su funeral.
Esa peculiar costumbre se debía a que los pobladores tenían la concepción de que "la muerte liberaba al niño de las amarguras y de los peligros de la vida", por lo tanto, en su velorio también se cantaba y tocaba guitarra alegremente, según los datos recopilados por Gámez Leiva.
El historiador también comenta que otra de las costumbres en zonas rurales y urbanas hace muchos años era que las mujeres luego de dar a luz pasaban de 8 a 40 días sin bañarse, únicamente se limpiaban con una toalla húmeda, pasaban con la cabeza envuelta y su dieta era tortilla tostada con cuajada o queso y tomaban pinolillo cocido.
"Las señoras que iban a la iglesia usaban chalinas, algo que ahora ya casi no se ve, durante Semana Santa la gente se mantenía en casa, no salían más que a las actividades religiosas", comenta Gámez Leiva.