Son las 6 de la tarde, la noche comienza a caer y el tráfico vehicular se vuelve más congestionado sobre la carretera panamericana que atraviesa la ciudad de Estelí, es el momento en Sergio David Mocada Mora se juega la vida vendiendo globos con luces de colores.
La doble línea amarilla es el centro de desplazamiento para comercializarlos en el sector de Enabas, sabe que un paso en falso puede llevarlo a la muerte, sin embargo, el deseo de llevar algo de comida y la necesidad de sus tres niños lo hacen ver hacia delante para no caer bajo las llantas de cualquier vehículo.
Sus clientes son los automovilistas que circulan sobre la carretera, a quienes la luz roja del semáforo los obliga a detenerse por unos segundos, tiempo que aprovecha Sergio David para limpiar los vidrios durante el día y para vender sus globos durante la noche.
Sergio David sin duda es un ejemplo de perseverancia ya que no se ha dado por vencido. A sus 11 años perdió su pierna derecha en un accidente de tránsito pero eso no ha sido obstáculo para seguir adelante.
Sergio tiene 3 hijos por lo que sale a trabajar cada día. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC StereoVender un globo y ganarse 100 córdobas requiere de mucha astucia, aún más en estos tiempos de pandemia, cuando ganarse la vida en las calles se vuelve más complicada.
Trabajar en un semáforo no es nada fácil, ni es cuestión de haraganes, es otra alternativa laboral para quienes no tienen una carrera profesional o técnica pero sí una familia por quien luchar, asegura este joven de 24 años de edad, originario de La Concepción, Masaya pero quien por necesidad se trasladó a vivir a la ciudad de Estelí.
