Los autohoteles, donde las parejas tienen sus encuentros eventuales, se encuentran también seriamente afectados producto de la pandemia, hasta el punto que algunos de ellos han tenido que cerrar sus puertas porque no han logrado mantener la planilla.
Estelí es una de las ciudades donde en determinado momento comenzaron a proliferar este tipo de negocios y hasta en el centro de la ciudad fueron establecidos los autohoteles, pero ahora la mayoría de estos locales están fuertemente golpeados.
Marcel Castellón, propietario de Autohotel La Barranca, al sur de la ciudad de Estelí, informó que cerraron sus puertas desde el mes de marzo por motivos de seguridad debido a la pandemia. Unos 8 trabajadores fueron los afectados por este cierre, pero explicó que esperan abrir nuevamente en el mes de septiembre.
Por su parte, don Jaime Pérez, propietario del Autohotel Pérez Gadea, ubicado al este de la ciudad de Estelí, informó que mantienen sus servicios, pero lógicamente ha disminuido la cantidad de visitantes, por lo que ha tenido que reducir el personal.
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De los 18 trabajadores que tenía en planilla se ha quedado con 12, priorizando a los que son cabezas de familia y siempre están tomando en cuenta todas las normas de seguridad dictadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Salud (Minsa).
"Nosotros fumigamos los garajes donde entran los vehículos con cloro, también usamos amonio cuaternario", destacó Pérez, quien agregó que dentro de las habitaciones mantienen limpieza usando cloro en las manecillas de las puertas, respaldares de sillas, mesas y todas las superficies que lo ameriten. "Además mantenemos alcohol al 70 por ciento dentro de las habitaciones", comentó.
"Como todo negocio ahorita ha bajado un porcentaje increíble pero gracias a Dios nosotros mantenemos un promedio que nos permite cumplir con nuestras obligaciones financieras y con la planilla, estamos sobreviviendo, comiendo los frijolitos", manifestó Pérez.
