Gloria Elena Dávila es maestra de profesión, originaria de la ciudad de Estelí, lleva 30 años en el ejercicio de su carrera y en todo este tiempo ha ganado un mundo de experiencias y oportunidades. Pero este año ha sido el de mayores retos para ella, ya que se ha visto obligada a replantear sus métodos de enseñanza.
De estar en un aula cerrada con 45 estudiantes, libros, una pizarra y marcadores, ahora pasó al comedor y al corredor de su casa con un teléfono celular y una computadora para grabar o transmitir las lecciones del día.
Adaptarse a la tecnología ha sido un gran reto que enfrenta por amor a la enseñanza. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo"La situación actual nos llevó a reinventarnos esta nueva tecnología: las clases en línea, utilizando plataformas que la verdad yo nunca creí que iba a pasar por esto, a mis años no estaba preparada, como que no va mucho conmigo", admite la profesora, quien actualmente imparte clases de Emprendedurismo y Talleres de Arte y Cultura.
Dictar esas lecciones no ha sido fácil, pues no estaba preparada para adoptar la tecnología como una herramienta de trabajo, sin embargo, para mantener su plaza se las ha tenido que ingeniar para llegar a los estudiantes que se mantienen en casa por la pandemia del nuevo coronavirus. "El primer día me estresé muchísimo porque tocaba donde no era", manifiesta.
Marcos estudia primer año de secundaria y recibe clases virtuales de la profe Gloria. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC StereoHoy los docentes de Nicaragua no solamente luchan por la calidad y acceso a la educación, sino también contra la pandemia y la falta de herramientas tecnológicas. "Tuvimos que prepararnos y abrirnos a estos nuevos retos y enfrentar estos grandes desafíos", sostiene la maestra.
La maestra Gloria Elena Dávila está consciente que si faltan las herramientas tecnológicas, el acceso a internet y la buena comunicación entre estudiantes y padres de familias, el aprendizaje no es igual. "Me tocó instalar el internet en mi casa, igual pasó con otros compañeros, algunos inclusive tuvimos problemas con los celulares, tuvimos que incurrir en gastos, creo que debería haber una mayor apertura en cuanto a beneficios tecnológicos hacia los docentes", comenta la docente.
Sury asegura sentirse orgullosa de su abuelita, a quien asiste en algunas clases. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC StereoEsta profesora no es youtuber, tampoco influencer, lo único que intenta es mantener conectados a sus estudiantes, como Marcos Alexander Benavides Martínez, estudiante del séptimo grado que equivale al primer año de secundaria. "La profe Gloria nos dijo que descargáramos una aplicación que se llama Google Meet, que hacemos reuniones en vivo, ahí ella nos explica los temas, ella nos hace preguntas y tenemos que responderle", cuenta Marcos.
No hay contacto físico, pero sí visual a través de WhatsApp, Meet y Zoom. Para llegar a cada estudiante esta maestra debe trabajar un poco más de 8 horas en la elaboración de contenidos, pero en cada una de sus lesiones tiene casi a una asistente: su nieta Sury Michelle Olivas López.
Sury se siente orgullosa del trabajo que realiza su abuelita, mientras que la profesora Gloria está satisfecha al ver que en 30 años ha logrado formar a decenas de profesionales que hoy sirven a la nación. "Yo la admiro mucho porque ella desde casa siempre está con la alegría con sus estudiantes, para mí es un ejemplo a seguir, a veces le ayudo en las clases en vivo, en lo que se le dificulta", expresa la nieta de la profe.
