Don Filadelfo Briones tiene 59 años de edad y a diario recorre en su bicicleta más de 5 kilómetros de su casa a su centro de trabajo, una finca tabacalera, donde se desempeña como guarda de seguridad. "Andar en la bicicleta me ayuda un poco", expresa.
Vive en el barrio Santa Rita de la ciudad de Estelí, es padre de 6 hijos, dos varones y cuatro mujeres. Según él, a pesar de su cansancio físico y metal siempre ha tratado de dar amor, comprensión y educación a cada uno de ellos.
Ana Keyling es su hija menor y por ella ha apostado tiempo, trabajo y recursos, todo con el afán de verla feliz, pues ella fue diagnosticada con leucemia cuando apenas tenía 2 años de edad.
Desde entonces han pasado 20 años luchando, no solo por la felicidad, sino también para que pueda vivir, ya que cada tres meses tienen que hacerle transfusiones sanguíneas, ya que no logra producir sangre, además nació sin su hígado, según comenta don Filadelfo.
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"Hemos luchado los dos, con la compañera mía, para lograrla recuperar, ha sido difícil porque por la misma pobreza uno a veces no tiene cómo enfrentarlo pero nuestro Padre Santísimo Dios nos ha ayudado", manifiesta este padre esteliano.
Para este hombre de 59 años, un padre responsable no es solo el que provee alimento y dinero en un hogar, sino también el que atiende las necesidades de educación, comparte tiempo de calidad y se involucra en las actividades y necesidades del hogar y su familia.
En 21 años trabajando como guarda de seguridad y entre el desvelo trata de aprovechar el tiempo con toda su familia, puesto que de eso depende el bienestar de todos. "Trabajo 12 horas, una semana de día y otra de noche, uno tiene que ser responsable, honrado y educado", asegura.
A don Filadelfo le quedan 10 años para su jubilación y entre sus deseos está ver a su hija sana y terminar de pagar el solar que adquirió para construir su casa. "Ser padre es ser responsable, educar a los hijos, que vayan por buen camino", puntualiza.