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Departamental

Situación económica y desempleo también afecta a familias del campo

Algunos se han quedado sin empleo, otros ya no reciben las remesas que enviaban sus familias del extranjero y algunos perdieron sus cosechas. La situación en el campo también se complica.

Don Santos Martin Guido tiene tres  meses sin empleo. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo
Don Santos Martin Guido tiene tres meses sin empleo. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo

Periodista Famnuel Úbeda
6-Mayo-2020
Jinotega-Nicaragua

Durante toda una vida la mayor parte de las familias del campo y de menos ingresos económicos han vivido de la agricultura, pero el cambio climático se ha encargado de terminar con los planes y proyectos de muchos.

El invierno ha sido irregular, una mayoría de las fuentes de agua se ha secado y por si fuera poco este año les ha comenzado a causar afectaciones la crisis económica y desempleo que enfrenta el mundo por la pandemia del coronavirus.

Don Santos Martín Guido, un hombre de 65 años de edad, es habitante de la comunidad El Gamalote, ubicada a 15 kilómetros al sureste del municipio de San Sebastián de Yalí, en el departamento de Jinotega, él ha dedicado la mayor parte de su vida a la agricultura.

Comunidad El Gamalote, ubicada a 15 kilómetros al sureste del municipio de Yalí. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo 

Este campesino asegura que con dificultades consigue unos centavos para comprarse una cuarta de aceite y la libra de arroz para no tener que comer solo frijoles en bala y tortilla, por lo que espera que pronto pueda pasar la pandemia del coronavirus para que se reactive la economía y mejore la vida en el campo.

"Nosotros aquí tenemos casi los tres meses de no ganarnos un peso, no hay trabajo, estamos viviendo de lo poquito que Dios nos ha dado, un poquito de frijoles y maíz, y con dificultades. No hay plata para comprar, no se sabe hasta cuándo vamos a llegar con este proceso", se lamenta don Santos.

Por su parte, doña Margarita Rivas es una de las tantas mujeres en el campo que también ha comenzado a ver los efectos económicos de la pandemia del coronavirus y en su menú diario solo hay frijoles y tortilla.

Ella es habitante de la comunidad Guayucalí, en el municipio de Condega, departamento de Estelí, depende las remesas que envía una de sus hijas que se fue a España hace cuatro años, quien cayó en el desempleo desde que comenzó la cuarentena en ese país.

"No hay dinero, nada, quien nos podía mandar no tiene trabajo, está en cuarentana, es duro tanto para ella como para mí que me manda para que yo sobreviva en la salud y la comida", manifiesta doña Margarita, quien agrega que ha tenido que reducir la cantidad de alimento que consume como una medida de adaptación. "En el campo se trabaja duro pero no tocamos plata", asegura.

En tanto, Justo Mendoza también ha dedicado su vida a la agricultura y este año junto a su suegro sembraron cebolla con la esperanza de oxigenarse económicamente, sin embargo, los niveles de rendimiento fueron bajos y por si fuera poco el precio por malla decayó, ahora lleva casi tres meses sin tener un trabajo estable. Mendoza espera a que caigan las primeras lluvias para sembrar por lo menos una manzana de maíz y otra de frijoles.


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