Durante los últimos años las comunidades rurales del Corredor Seco de los departamentos de Estelí y Madriz, al norte de Nicaragua, se han visto afectadas con la irregularidad del invierno y esto ha provocado escasez y racionamiento de agua, porque muchas de las fuentes de abastecimiento se han secado y en otros casos ha disminuido el caudal.
Cuyalí es solo una de las comunidades rurales del municipio de Palacagüina, en Madriz, donde sus habitantes ya se han acostumbrado a ver solo las piedras en la quebrada pues el agua se ha profundizado.
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Desde sus casas hacen lo humanamente posible para acceder al vital líquido y así facilitar el consumo, las actividades domésticas y aseo personal, pero sobre todo el constante lavado de manos, como una medida de prevenir el coronavirus.
Doña Sonia Pérez Benavidez es una de las habitantes que asegura que ha reforzado el lavado de manos y la limpieza constante de su casa, según ella ha escuchado de especialistas que es una de las principales medidas de prevención del contagio del Covid-19. "Nos indican que nos lavemos bien las manos, nadie se quiere morir por esa enfermedad", manifestó doña Sonia.
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En tanto, doña María Maulina González, de la comunidad Cuje en el municipio de Totogalpa, también del departamento de Madriz, asegura que ha aprendido, no solo a lavarse más las manos, sino también a mantener la distancia entre quienes la visitan, además utiliza un pañuelo para cubrir su boca y nariz al momento de salir a otros lados.
El temor de todos es el contagio, ya que en el campo por las noticias se escucha hablar con frecuencia de coronavirus, sin embargo, cada quien toma sus propias medidas de prevención.