Desde hace cuatro años Arlen Luquez Palacios elabora buñuelos, los que comercializa de manera ambulante como una manera de sobrevivir y cuidar de sus hijos.
Ella es habitante de la ciudad de Estelí y cada tarde recorre las principales calles y avenidas con la esperanza de vender todo para llevar comida paras sus hijos y pagar el alquiler de la casa donde vive.
La venta de buñuelos para Arlen siempre había sido exitosa, sin embargo, tras la confirmación de los primeros dos casos positivos de coronavirus en Nicaragua, todo cambió por completo y ahora sus días se han tornado oscuros y desesperantes, porque cada vez son menos los ingreso que percibe.
La venta de buñuelos de Arlen, con la que mantiene a sus hijos, ha disminuido considerablemente. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC StereoLa razón es que la gente se está absteniendo de comprar en la calle por miedo al coronavirus, asegura esta joven emprendedora. "Antes me vendía 30 libras (de masa para buñuelos), ahora solo me vendo 6 o 10 libras, con 10 libras me salen unos 250 buñuelos, antes me salía de más de 800", manifiesta Arlen.
"Me ha afectado bastante porque casi no hay gente en la calle, compran la provisión y se encierran en la casa", agrega la esteliana.
Obligado a cerrar
La crisis económica y de salud por la pandemia del coronavirus no solo afecta a vendedores de alimentos, sino también a los comerciantes como don Gonzalo Ruíz, un hombre que por 9 años se dedicó a la venta de discos y ropa en la avenida central de Estelí, pero ante la falta de clientes no tuvo otra opción que cerrar su pequeño negocio.
Don Gonzalo asevera que hasta antes de la crisis sanitaria mundial, conseguía un promedio de 4 mil córdobas diarios en sus ventas, sin embargo, en el mes de marzo estas se redujeron a 400 córdobas, lo que resultaba insuficiente para pagar el arrendamiento del local, donde tenía el establecimiento, de igual forma no ajustaba el pago de dos colaboradores.
Don Gonzalo se vio obligado a cerrar su pequeño negocio. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo"Se me hizo bastante difícil sostener el pago de la renta, como todos sabemos aquí en el centro no son baratos, entonces las ventas no contribuían para sostener el negocio, entonces tuve que tomar la decisión de cerrar", relata con preocupación don Gonzalo.
