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Una vida entre encurtidos y vinagres en Estelí

Dejó su tierra natal para trasladarse a Estelí y ayudar a su mamá. Desde hace 40 años, don Raúl Gutiérrez elabora sabrosos encurtidos que vende en el Mercado Alfredo y pulperías del norte del país.


Periodista Famnuel Úbeda
13-Febrero-2020
Estelí-Nicaragua
Hace 40 años y siendo un joven, llegó al mercado Alfredo Lazo de la ciudad de Estelí, don Raúl Gutiérrez, un hombre que se ha dedicado la mayor parte de su vida a la elaboración y comercialización de vinagres embolsados, que distribuye en diferentes pulperías de la zona norte.

Es originario del municipio de San Sebastián de Yalí, Jinotega. Cargado de ilusiones y deseos de superación, llegó a la ciudad de Estelí, con el objetivo de ayudar económicamente a su madre y tener un hogar donde cuidar de ella.

Descripción

Los encurtidos de don Raúl son muy populares y los distribuye en algunas pulperías del norte del país. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo

Inició como ayudante de cocina y mesero, pero finalmente en 1980 decidió emprender su propio negocio: la elaboración de vinagres y encurtidos. Desde entonces éste se ha convertido en su principal fuente de ingresos económicos.

Sus ideas, un balde y una canasta, eran su único capital cuando llegó al mercado, comenzó comprando el producto en Masaya, pero pronto se dio cuenta que él podía elaborarlos y de la antigua terminal pasó a un módulo con mejores condiciones, donde hoy elabora cada día unas 100 unidades, los que distribuye en diferentes mercados y pulperías de la zona norte.

"Mi patrón en el restaurante me enseñó a prepararlos, así empecé a vender en otros municipios, la primera gente que me empezó a comprar por cantidades fue la de Condega", recuerda.

Descripción

La meta de don Raúl siempre ha sido ayudar a su mamá, quien ahora tiene 91 años. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo

Don Raúl no ha conseguido mucho dinero con sus ventas, pero sí lo suficiente para ganar el pan de cada día, además se ha ganado el respeto y confianza entre sus clientes y amigos del mercado Alfredo Lazo.

"Hay gente que ya sabe de mi trabajo y cuando viajan a Noruega, Estados Unidos, El Salvador, Costa Rica, Honduras, lo llevan", comenta don Raúl.

A sus 70 años ha sufrido de una parálisis facial, pero asegura que no dejará de luchar por la mujer que lo trajo al mundo y que está próxima a cumplir los 91 años de edad.

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