Sorayda Paiza Peralta es una mujer de origen costeño, quien dejó de bailar palo de mayo y cantar música típica miskita de su natal Puerto Cabezas, para cargar sobre su cabeza un balde de elotes calientes y venderlos casa a casa en el municipio de Condega, Estelí.
Esta mujer caribeña llegó a vivir hace 30 años a la Tierra de Alfareros, donde no solo llegó a emprender, sino también se ha ganado el aprecio y reconocimiento de todo un pueblo, por ese deseo de superación personal.
La Costeña es el nombre del negocio de Sorayda Paiza. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo
Sorayda dejó de vender elotes para sumergirse en el mundo de las comidas y crear su propio negocio "La Costeña", un lugar ubicado en la terminal de buses, donde no solo ofrece comida típica, sino también una oportunidad de trabajo para mujeres y madres solteras de Condega.
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"Me di cuenta que yo podía salir (adelante) como emprendedora, comencé a vender elotes, destazaba cerdos, vendía carne, hacía nacatamales y así fue mi lucha. A mí me encanta navegar en el mundo de la cocina, entonces aprendí tanto de comida que fui poniéndole mi único sazón, inventando y poniéndole nombre a las comidas", comentó Sorayda.
"Yo había solicitado un lugar a la alcaldía para trabajar pero sobretodo se lo pedí a mi Dios en primer lugar, y mi Dios me lo consiguió. Yo comencé con una mesita toda floja y un plastiquito que valía 10 córdobas, comencé vendiendo enchiladas y donas", recordó con agradecimiento esta carismática mujer.
La pasión por la cocina y las ganas de superarse motivan a esta entusiasta costeña que hizo de Condega su hogar. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo
Sorayda de vez en cuando deja los sartenes y cucharones para bailar entre sus clientes Palo de Mayo y punta, con un sabor y carisma únicos. Esta mujer tiene 50 años de edad y es madre de cinco hijos, sin embargo, no ha dejado la jovialidad y deseos de superación personal a un lado.
"No soy una persona millonaria ni que tenga bastante dinero para poder contratar, pero yo dije que sí se puede compartir lo que yo tengo con las mujeres que de verdad no tienen empleo. Al día de hoy tengo tres, cuatro muchachas, una palmea, una me ayuda en la limpieza, otra me ayuda a cocinar, y veces dejo a mi hija en el negocio porque a mí me contratan para cubrir eventos fuera y me voy a ganar ese dinero también", compartió Sorayda a Noticias ABC.
