La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 11 de octubre como el Día Internacional de la Niña, con el objetivo de reconocer los derechos de las niñas y los problemas extraordinarios a los que se enfrentan en todo el mundo.
A nivel local es una fecha que pasa desapercibida por muchas organizaciones, ya que durante tres días quisimos conocer la posición de sus representantes en relación a esta fecha, pero no fue posible.
Mientras que a nivel de las comunidades rurales, las niñas demandan que su voz se escuche, se respeten sus derechos humanos y exigen protección a su integridad física y psicológica.
Las niñas de la comunidad indígena de la comunidad El Mojón, en el municipio de Totogalpa, departamento de Madriz, decidieron unir sus voces para exigir paz, felicidad y alto a la violencia. Las niñas rurales también tenemos derecho a ser felices, por eso queremos una comunidad más unida contra la violencia. Las niñas rurales queremos ser felices, dijeron en coro las pequeñas.
En tanto Margary Calderón, una niña de 11 años de edad y originaria de la comunidad La Labranza en el municipio de Condega, departamento de Estelí, quiso compartir su propia experiencia como niña en el campo y entre esas relató que combina sus estudios con las actividades agrícolas y quehaceres del hogar, sin embargo, tiene sus propios proyectos de vida.
Las niñas rurales quieren ser felices y escuchadas. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo
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"Yo cada día me levanto, voy al molino, después voy a jalar agua y luego agarro para la escuela. Cuando salgo de clases, regreso y descanso un ratito, voy a encerrar los terneros allá por el cerro y cargo con mi leña. Yo quiero ser doctora porque quiero ayudar a las niñas de la comunidad y por eso estudio mucho", contó Margary a Noticias ABC.
El anhelo de Margary es quizás es el mismo que el de muchas niñas en el mundo y las comunidades rurales, sin embargo, en la vida hay quienes se encargan de terminar con las ilusiones e inocencia y las hacen salir de casa y la escuela para ofertarles trabajo o quizás inducirlas a iniciar una relación de noviazgo o pareja.
Aminta Talavera, líder rural, manifestó que una de las preocupaciones que existen es el embarazo en adolescentes, ya que priva el derecho a jugar y de estudiar a muchas niñas, obligándolas a asumir muchas responsabilidades desde temprana edad.
"Es un compromiso muy grande porque ella no saben a lo que se meten, estando con un marido las niñas no tienen acceso a jugar, a un teléfono, a las amistades. Si salen embarazadas, ella juegan como si se tratara de un muñeco. Tienen que haber más capacitaciones sobre cómo protegerse, hablar con las mamás, los papás, con toda la familia, en las comunidades, las escuelas, los centros de salud", expresó Aminta Talavera.
