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Ser payaso: la oportunidad para ganarse la vida

De ingeniero civil a payaso. Oscar Danilo Escobar se vio obligado a abandonar su carrera y la necesidad de alegrar a un niño con discapacidad, lo hizo convertirse en payaso.


Periodista Redacción Digital ABC
10-Junio-2019
Estelí-Nicaragua
"Damas, caballeros y niños, disculpen la bulla, la molestia, la incomodidad...nuestra intención es obsequiarte un minuto de alegría",así se gana la vida en los buses Oscar Danilo Escobar Rojas, mejor conocido como Payaso Piripipi, un joven esteliano que estaba a punto de coronarse con su título de ingeniero civil, sin embargo, abandonó la universidad para ingresar a una fábrica procesadora de tabaco y asumir compromisos económicos con su pareja.

Los ingresos que percibía no eran lo suficiente como para complacer el sueño de tener un payaso en la fiesta de cumpleaños Luis Ángel, un niño que nació con una discapacidad degenerativa llamada Lecudestopia. Por lo que esa situación lo llevó a vestirse de payaso y animar el festejo.

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Empezó vendiendo globos en el parque y ahora también sube a unidades de bus. Foto: Famnuel Ubeda/Radio ABC Stereo

"Mi esposa tiene un sobrino con discapacidad, ella quería contratar un payaso para una actividad, cotizó pero el que menos cobraba, valía 100 dólares, entonces le dije que si quería salía yo, no sabía hacer globos pero comencé a practicar hasta que agarré experiencia", relata Oscar Danilo.

Lo que comenzó como un deseo de complacer a Luis Ángel se convirtió hace tres años en la segunda oportunidad de ingresos económicos para Oscar Danilo, quien cada domingo y sin nombre artístico, se maquillaba la cara e improvisaba una nariz de payaso y un pantalón parchado, que simulaba un traje y que se convertía en el mejor atuendo para vender globos en el Parque Central de la ciudad de Estelí.

"Estaba pasando una situación económica un poco complicada, me confeccioné un trajecito, unos calcetines y me busqué un sombrero grande, el maquillaje no era profesional, los zapatos eran demasiado caros y me confeccioné unos de cartón, y así empecé a vender en el parque", cuenta este joven.

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El payaso Piripipi también anima fiestas infantiles. Foto: Cortesía

El vestirse de payaso y hacer globoflexia para vender, era la segunda jornada de trabajo para Oscar y su escenario estaba limitado al Parque Central, de pronto se le dio la oportunidad de compartir una navidad con niños de comunidades rurales del municipio de Quilalí en Nueva Segovia, donde de manera sorpresiva el payaso Campanita, de la ciudad de Somoto, le entregó su primer traje de payaso y facilitó algunas técnicas de maquillaje, desde entonces, Campanita se ha convertido en el Ángel del Payaso Piripipi.

Ahora el payaso Piripi no solo vende chocolates y hace gloflexia en los buses, también realiza algunos espectáculos privados en piñatas y según él, es su mejor fuente de empleo, ya que nunca le falta del pan de cada día.

Payaso en los buses

Jordán es un adolescente que de niño siempre quiso ser payaso y ahora se ha auto nombrado payaso microbio. Él anda de autobus en autobus, vendiendo chocolates y contando chistes a los usuarios de transporte público.

Jordán se enamoró tanto del dinero y de su carrera de payaso, que terminó abandonando sus estudios y considera que este es su oficio y una oportunidad de conseguir ingresos para ayudar a su familia.

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