Periodista
Alba Nubia Lira
El tabaco afecta en gran medida a sus consumidores y a las personas que están a su alrededor. Su peligrosidad es muy alta a nivel mundial, y cada año mueren 8 millones de personas a causa del consumo de este producto, de ellas, 7 millones son fumadores y 1 millón son personas expuestas al humo ajeno, así lo cuantifica la Organización Mundial de la Salud, OMS.
Debido a esta problemática mundial, la OMS celebra hoy 31 de mayo el Día Mundial Sin Tabaco, como "una oportunidad para concienciar sobre los efectos nocivos y letales del consumo de tabaco y la exposición al humo de ajeno".
El hábito de fumar tabaco provoca el desarrollo de enfermedades como: Cáncer de pulmón, enfermedades respiratorias crónicas, tuberculosis, cardiopatía coronaria, accidentes cerebrovasculares, disfunción eréctil y cáncer de colon y recto. Además, contamina el aire al contener más de 7 mil sustancias químicas.
En los Estados Unidos, el hábito de fumar mata a más ciudadanos que el alcohol, los accidentes automovilísticos, el SIDA, las armas de fuego, y las drogas ilegales en conjunto, así lo asegura la Asociación Americana del Cáncer.
En Estelí, la producción de tabaco genera miles de empleos, sin embargo, las sustancias químicas de su producción y elaboración ponen en riesgo la salud de quienes se encargan de tal proceso, además de favorecer el consumo de dicho producto perjudicial.
"Los daños producto del tabaquismo se producen casi de manera inmediata, el cuerpo tiene la capacidad de defenderse ante ciertos estímulos que son nocivos, por lo cual, el paciente desde el primer día que consume un cigarrillo experimenta una respuesta de defensa, en la cual se presentan síntomas respiratorios como tos, secreción nasal y ardor de garganta. Si el consumo se mantiene, el daño se va a haciendo cada vez más irreversible y se van a presentar mayores complicaciones", explica el doctor Bismarck Zeledón Urcuyo.
El primer paso para recuperarse es admitir que se tiene una adicción. "Se puede ir a terapia psicológica, se puede recurrir a ciertos fármacos como los parches o chicles con nicotina, pero todo depende de la voluntad del paciente", aclara el doctor Zeledón.
"El tabaquismo afecta a largo plazo, pero también afecta las uñas, la piel, la dentadura, el olfato, el corazón, los riñones, el sistema inmunológico, y parte de la esfera social. La terapia más eficaz para dejar este vicio es la voluntad y la educación", manifiesta el médico esteliano Noel Chávez.
