La presencia de la lluvia propia del inverno, además de servir para que los productores inicien sus siembras del ciclo agrícola de primera, también ha sido fundamental para controlar los incendios tanto agropecuarios como forestales y quemas.
Durante los últimos días del período de verano varias zonas boscosas y supuestamente protegidas, se vieron afectadas por el fuego, destacándose entre ellos en el sector de Miraflor y El Quiabú ? Las Brisas, en el municipio de Estelí.
Muchos de los incendios y quemas fueron sofocados en su mayoría por miembros del cuerpo de bomberos y efectivos del ejército de Nicaragua, sin embargo, otros fueron difíciles de poderlos apagar debido a la distancia y difícil acceso, dijo una fuente del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Estelí.
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Cabe señalar que estos tipos de siniestros que se registran con frecuencia durante el verano, no solamente agotan las fuerzas y medios de los organismos e instituciones que los atienden, sino que también causan severos daños ambientales.
Se espera que durante la existencia del invierno, dichos hechos tengan un impase y que aquellos lugares donde las llamas dejaron solo la tierra, puedan recuperar su vegetación para que los animales tengan su habitad y al mismo tiempo se preserven las fuentes de agua.
