Dos hermanas estelianas, quienes prefirieron omitir su nombre por motivos de seguridad, fueron presuntamente estafadas por un grupo de hombres que aseguraron ser costarricenses y las contactaron luego de que ellas publicaran su negocio a través de una página de ventas en internet.
Las víctimas tienen un negocio de turrones artesanales, que en algunas localidades se les conoce como "alborotos", y son un tipo de postre elaborado a base palomitas de maíz y miel de panela o dulce.
Por tanto, los aludidos al encontrar el número telefónico de ellas en internet las contactaron para hacerles un pedido de 12 mil unidades de dicho producto, lo cual tenía un precio de 2 mil quinientos cincuenta y tres dólares.
Debido a la gran cantidad, una de las encargadas del negocio les explicó que por falta de materia prima les elaborarían únicamente 6 mil turrones, a un precio de más de mil 200 dólares, para lo que los supuestos clientes debían depositar con anticipación el 50 por ciento del dinero.
El encargo transcurría con relativa normalidad hasta que los sujetos empezaron a pedir demasiada información de las cuentas bancarias en donde se depositaría el dinero, e incluso les pidieron la contraseña, además, las estelianas les enviaron a ellos la dirección satelital exacta del negocio.
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Cuando los presuntos estafadores le pidieron a las estelianas la contraseña de la cuenta, ellas se alertaron y se negaron a brindarla, entonces otro de los sujetos se hizo pasar por gerente del banco y las amenazó con bloquearles la cuenta.
Las hermanas se dirigieron al banco correspondiente en esta ciudad, en donde les explicaron que la institución no autoriza esa acción y que seguramente querían estafarlas.
Al desmentir a los costarricenses, estos inmediatamente las bloquearon de WhatsApp y dejaron de contestar llamadas, no sin antes lograr sustraer 148 dólares de una de las cuentas bancarias que les habían proporcionado las estelianas.
Ante tal situación, las víctimas decidieron alertar a la población para que sean más cautelosas en sus negocios. "Seamos más conscientes, tengamos más cuidado, esto no solo nos está pasando a nosotras. Las cuentas eran de mi hermano y mi cuñada porque nosotros no tenemos cuenta, Dios nos libró de ésta pero hay personas que no conocen de estas cosas y pueden caer en la trampa", advirtió una de las afectadas.
