Buscando una condena favorable, Elvin José Blandín había renunciado al juicio y admitió haber cometido el delito de femicidio contra su expareja Indira Esperanza García Canales, de 17 años de edad, pero siempre fue sentenciado a la pena máxima de 30 años.

Según la sentencia leída la mañana de este jueves por la doctora Malena Tinoco, del Juzgado de Distrito Especializado en Violencia de Estelí, de no haber ninguna modificación, el acusado quedaría libre hasta el 10 de noviembre del año 2,048.

El crimen ocurrió la noche del 7 de noviembre del año pasado en la comunidad Tomabú, en el municipio de La Trinidad, departamento de Estelí, cuando la víctima se encontraba en su dormitorio en la vivienda de sus padres, amamantado a su hijo de 18 meses, en ese entonces.

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La joven madre recibió 11 estocadas y murió después de ser trasladada al hospital Pedro Altamirano de La Trinidad. La judicial Malena Tinoco dijo que a pesar que el acusado admitió los hechos, no cabía otro tipo de condena, ya que como agravantes están la ventaja, alevosía y premeditación.

"El femicidio es la máxima violencia contra la mujer. Al acusado no le importó el grave daño que le estaba ocasionando, no solo a la víctima, sino a su propio hijo al privarlo de su figura materna. Este daño es irreparable", sostuvo la judicial durante la lectura de sentencia.

Padres conformes con la sentencia

Por su parte, María Esperanza Canales y Harold Abdel García, madre y padre respectivamente de quien en vida fuera Indira Esperanza, dijeron sentirse conformes con la sentencia, pero al mismo tiempo se lamentaron porque ya no podrán ver a su hija. Enseguida parte de sus declaraciones:



La madre adolescente dejó en la orfandad a su niño que había procreado con el autor del crimen, quien fue agente policial y también guarda de seguridad. El menor en la actualidad está bajo la tutela de sus abuelos maternos.