Es increíble como el vandalismo ha llegado hasta un lugar que hace algunos años todavía no era conocido por la población local, nacional y hasta internacional, y que ahora se ha convertido en un sitio histórico de la ciudad de Estelí.
Se trata de la finca El Jalacate, ubicada en la reserva natural El Tisey, La Estanzuela, en el municipio esteliano de San Nicolás, donde un ermitaño llamado Alberto Gutiérrez, ha esculpido las montañas por casi 40 años de su vida.
En ese hermoso lugar, donde se puede apreciar el trabajo de don Alberto, que refleja desde esculturas de indígenas, animales y casas antiguas, además del clima fresco de la zona, desde hace algunos meses el vandalismo se ha apoderado del trabajo que el ermitaño ha hecho sin remuneración alguna.
"Espero que no la sigan dañando, no sé quien ha dañado, pero si quieren venir a tomar fotos que lo hagan pero hay otra gente que solo vienen a dañar, que no sigan rayando" dijo don Alberto Gutiérrez.
Algunas personas que visitan el lugar han repudiado los actos de vandalismo, tal es el caso de una extranjera que admiraba las esculturas la tarde de este martes, quien expresaba que no entendía por qué las personas llegan hasta el lugar a arruinar el trabajo del ermitaño.
Pablo Antonio Gutiérrez, hermano de don Alberto, se mostró muy molesto, porque algunas personas que visitan el lugar lo están dañando y cuando su salud se lo permite, vigila a quienes llegan al lugar para evitar lo dañen más.
Don Alberto y sus 3 hermanos, quienes habitan en la finca, logran su sustento de una pequeña colaboración que piden a las personas que visitan las esculturas, pero se muestran preocupados si los actos de vandalismo continúan dándose en el lugar.
